Postal a los jóvenes

Seré su Dios y un Padre

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Yo seré su Dios… y seré para vosotros un Padre" (2Corintios 6,16, 18)

Descubre, acepta y vive tu identidad en Cristo.
Eres la justicia de Dios en Cristo. Has sido justificado por la resurrección de Cristo. El Padre te ha vestido con la justicia y te ha hecho partícipe de su naturaleza. ¡Qué gracia! Apenas descubras esto, renuncia toda forma de
iniquidad.

Eres la luz salida, nacida del Padre de las luces. La revelación de esta luz en ti, te impulsará a separarte de toda forma de tinieblas en tu vida.
Has sido ungido (Cristo) y esta unción que está en ti y sobre ti, te enseñará si eres dócil, destruirá todo yugo que el enemigo (Baal) coloque en tu vida espiritual.

Eres fiel, fiel a Dios, a su pueblo y a su obra. Tu fidelidad al Señor te dará un lugar de elección en su corazón y en el tiempo conveniente te impulsará a un sitio de privilegio. Los infieles se curvarán o inclinarán ante ti.

Eres una morada de Dios en espíritu (Templo de Dios).


Cristo glorificado vive en ti con su alegría, su paz, su santidad, su amor, su poder...¿Cómo puedes entonces vivir en depresión, angustia y el rechazo?

Deja que Cristo produzca su fruto glorioso en ti y te sientas transformado de gloria en gloria a su imagen.
Descubre al Dios que habita en ti y quiere marchar en cada instante contigo.
El ha dicho "... Seré su Dios..." ¿Qué suerte de Dios es?
El es "El Shaddaï" : el Dios "todo suficiente". Date cuenta de que el Dios que vive en ti por su Espíritu Santo es todo suficiente. Su gracia te basta en cada circunstancia de tu vida. Su amor es suficiente...

Acepta su suficiencia en todo, por todo y para todo, y te sentirás satisfecho y plenamente colmado.
El es "Yahvé Nissi" :en todos tus combates, él es tu victoria. A medida que descubras a tu Dios, vivirás y marcharás con calma.

Te corresponde a ti la decisión. Actúa como el hijo pródigo. Sal del medio de los incrédulos, bufones y mentirosos.

UNA ORACIÓN PARA HOY
Acepta tu identidad en Cristo. Rechaza todo compromiso con Baal, el mundo y sus malos atractivos. Vuélvete al Padre con espíritu de humildad, arrepentimiento. Adóralo. En el nombre de Jesús, amén.