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Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Lo dejaron todo y lo siguieron”( Luc 5,11)

Hay un precio que pagar en toda evangelización. Por un lado, Dios ha pagado el precio sacrificando a su propio Hijo y ahora, quiere contar contigo. Quiere salvar, es un peso que arde en su corazón.

Este fardo o peso, lo ha colocado en Jesús, la Palabra hecha carne, la Palabra encarnada (Juan 1,1). Jesús quiere, a su vez, que este peso abrase tu corazón. Así dice la Biblia: " ...una de estas barcas, que era de Simón”
(Luc 5,3).

El Espíritu Santo tiene la inquietud al detalle. No es una barca cualquiera o la barca de un desconocido. Es la barca de Pedro. La Palabra da siempre una precisión a quienes desean marchar con Jesús y asociarse a su misión.

"Dejaron todo y lo siguieron” ( Luc 5,11).
Por tanto, evangelizar requiere una opción personal en tiempo, dinero, sudor. Es incontrovertible, no se puede servir a Dios si pagar el precio. Pero, ¡qué inmensa recompensa cuando un alma se vuelve a Dios y pasa de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida! El, precio de un alma es inestimable. Toda alma salvada es un perfume excelente para los sufrimientos de un evangelista. Si sólo hubiera un alma que salvar en la tierra, Jesús hubiera venido a morir para salvarla.

¿Puede disponer Jesús de tu vida como pudo disponer de la barca de Pedro? El Reino de Dios es como una red y Jesús busca manos de obra que vayan a sacar esta red. He aquí lo que pensaba el apóstol Pablo sobre este tema: "Pero no
aprecio en nada la vida, con tal de completar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús: anunciar la buena noticia de la gracia de Dios” (Hechos de los Apóstoles 20,24).

¿Quieres ser de esta manos que van a sacar la red? En la pesca milagrosa, se arrojó sobrenaturalmente. Pero había que arrojarla. Las manos tuvieron que hacer su parte y luego, Dios hizo su papel, y vino el milagro.


UNA ORACIÓN PARA HOY

Señor, quiero ser tus manos para arrojar la red. Deseo participar en esta pesca milagrosa.
Sírvete de mi vida para cumplir tus designios. Quiero hacer mi parte. Amén.