Postal a los jóvenes

Tradición y voluntad divina

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"El momento le llegó a Isabel de dar a luz. Le nació un hijo […] Todo el mundo quería llamarlo Zacarías como su padre, pero intervino su madre y dijo: No, se llamará Juan. Pero, se le advirtió: nadie en tu familia lleva ese nombre. Entonces interrogaron al padre […] Zacarías mandó que le trajeran una tablilla y, con extrañeza de todos, escribió estas palabras: Su nombre es Juan" Luc 1.57-63.

Alrededor de la cuna de Juan Bautista había incomprensión.

Por un lado, el ángel había predicho a Zacarías y a Isabel el nacimiento de un hijo que tendría por nombre Juan. Por otro lado, los hombres defendían la tradición, deseando que el nombre del niño pudiese recordar al del padre de un miembro de la familia. El pueblo se quedó extrañado al ver a Zacarías y a Isabel que no tenían cuenta de la tradición. Esta costumbre, ¿era mala? No, pero Dios había pedido otra cosa y su voluntad va más allá de los principios establecidos.

En lo que me concierne, vengo de una familia siciliana y es costumbre poner el nombre del abuelo al nieto y el nombre de la abuela a su nieta.

Hace generaciones de eso, si la tradición no se respetaba, podía provocar historias de familias importantes. Era muy raro que una persona se atreva a desafiar la tradición.

Todavía hoy, puede suceder que nuestras tradiciones pongan a prueba nuestra obediencia a la voluntad divina. Cuando las costumbres se perpetúan desde hace años, es difícil ver de modo diferente, incluso cuando es Dios quien lo pide. Las tradiciones nos aseguran y nos dan razones, y pueden ser buenas en la medida en que no ponen obstáculo a la voluntad divina.

Sin embargo, el deseo de Dios debe predominar siempre sobre vuestras tradiciones y no a la inversa. Recordad que vuestras tradiciones y vuestros principios no son leyes. No podéis colocarlas por encima de la voluntad divina. Lo que Jesús reprochaba a los fariseos no era la observación de la ley sino las tradiciones y los principios que añadían a la ley haciéndola más pesada, inobservable y atosigante.
Aprende a hacer la voluntad de Dios por encima de tus veleidades y de tus cambiantes caprichos.

UNA ORACIÓN PARA HOY

Señor, te pido que me ayudes a cumplir siempre tu voluntad, sean cuales sean las presiones externas. En el nombre de Jesús, amén.