Postal a los jóvenes

¡Vive para un fin!

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

 

 

No seas de esas personas que van a la deriva. Si te acercas a ellas y les preguntas quién eres y a dónde vas, te quedarán mudos. Puede que no te contesten, o si lo hacen, te digan. ¡Ya ti qué te importa!

Pero sin desanimarme ante su contestación, sigo pensando para mis adentros sobre esta frase que introduce mi reflexión.
Recuerdo que cuando estaba prisionero en Roma antes de su ejecución, el apóstol Pablo escribió a su joven protegido Timoteo.

Pablo sabía que su muerte estaba cercana, pero no tenía miedo a nada ni a nadie. ¿Sabes por qué? Porque vivió su vida con tanta pasión y entrega a Cristo que no tenía nada de qué lamentarse.

Pablo no acumuló tesoros en la tierra, sino que puso sus ojos en algo superior que ennobleciera su existencia, el cielo.
Entregó su vida al máximo con un fin concreto: el avance y la expansión del Evangelio. Todo cuanto había recibido de Dios, lo puso a su entera disposición. Y gracias a que empleó sus dones para esta causa, no se vino nunca abajo en su estado anímico. Sus pulmones respiraban hondamente el amor a Dios que latía en lo íntimo de su corazón.

TE ANIMO

Te animo a que vivas al estilo de Pablo. No vivas mirando tu pasado. Corre por la aventura de esta viviéndola con sentido y con un objetivo claro que te impulse a trabajar, te inyecte la vitamina del aliento y la luz de tus ganas de hacer de ti una ofrenda que te haga feliz a ti y a los demás.
Descubre el ideal y el fin de tu vida. Síguelos. Consagra a ellos tu ser entero. Cuando actúes así, Dios te llevará de su mano para que cumplas el destino que ha trazado para ti.
Una oración para hoy
Señor, cuando llegue mi último suspiro, quiero venir a ti sin ningún lamento. Hay un fin para mi vida, Señor. Ayúdame a descubrirlo, aceptarlo y alcanzar tu gloria. En el nombre de Jesús. Amén.