Postal a los jóvenes

Tu conquista de Canaán

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Todo lugar que pise la planta de tus pies, te la daré” (Josué 1,3)

Canaán, es la visión que Dios te da. Esta visión es clara, definida y real.
Párate un instante en la declaración del Deuteronomio 8,7. Es cuestión del “Buen País” :lo que Dios te da es bueno. Se trata de un “País de Abundancia”: el Reino de Dios es la vida abundante, una vida de justicia, de
paz y de alegría por el Espíritu Santo. Es un “País en el que no te faltará nada” pues el Señor del País es tu Buen Pastor.

Tal es la visión que Dios te da. Se parece a un viaje de conquista. ¿Qué debes hacer para triunfar en este viaje de conquista?
Deberás en primer lugar asegurarte de la presencia del Señor contigo en tu marcha diaria. El ha declarado que está contigo todos los días. Hoy, está contigo. ¿Eres consciente de esta presencia efectiva de Dios en ti y
contigo?

En tu lugar secreto de oración esta mañana, ¿te has dado cuenta de que el Padre estaba contigo, te veía y escuchaba?

Aunque te distraigas, toma conciencia de esta presencia del Señor. Te ayudará a ir derecho a la victoria.
A continuación, has de saber que este viaje de conquista necesita provisiones (Josué 1,10-11). ¿Cuáles son?
La primera provisión consiste en estar lleno del Espíritu Santo y permanecer en él. La plenitud del Espíritu Santo no es una opción sino una necesidad.
Pues son los que están llenos del Espíritu los que están dispuestos a afrontar al enemigo que quiere impedirte que progreses espiritualmente en el camino del desierto o dificultad.

La segunda provisión es el maná divino. Necesitas este maná que es la Palabra de Dios.
Para realizar su viaje desde el Monte Carmelo al Monte Horeb, Elías comió el pan cocido por el ángel y coge el agua de la gruta. Este alimento le dio la fuerza para marchar 40 días y noches hasta la Montaña de Dios en Horeb.
La Palabra de Dios es tu alimento. Su consumo diario por la meditación y obediencia permitirá al Espíritu Santo darte fuerzas necesarias para entrar en tu Canaán.
La Palabra de Dios no es sólo tu alimento (Mateo 4,4), sino también la lámpara, la luz que te ilumina durante tu viaje (Salmo 119,105). En fin, es el arma, la espada que te permite expulsar al enemigo lejos de tu ruta
(Efesios 6,13).

UNA ORACIÓN PARA HOY

Entra ahora en el lugar secreto de su presencia. Llénate del Espíritu Santo y tu boca de la Palabra de Dios. Sal y prosigue tu viaje en la paz, la seguridad y la alegría del Espíritu Santo.