Postal a los jóvenes

El viejo es el bueno

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

““Y nadie, después de haber bebido el vino viejo, no quiere el nuevo, pues dice: El viejo es el bueno.”( Luc 5.39).

La enología debe ser una ciencia apasionante, y la viticultura una actividad cautivadora, aparte de todos los problemas económicos que encuentra. Los grandes crudos, se sabe, se mejoran con el tiempo, y el Señor no lo ignoraba. El vino nuevo tiene su encanto, pero apenas puede con el viejo una milésima.

Además, un vino de calidad inferior corre el riesgo, con el tiempo, de estropearse. ¿De dónde viene pues esta diferencia? Es para mí un misterio, y no sabría responder a esta cuestión.
Durante mis 51 años al servicio de Dios, he tenido la ocasión de inclinarme en otra viña, la del Señor. En el Antiguo Testamento, Dios llama a su pueblo su viña:
"La viña del Dios de los ejércitos, es la casa de Israel, y los hombres de Judá que quería y acariciaba..." (Isaías 5,7)
"Te había plantado como una viña excelente y de la mejor cepa..." (Jeremías 2,21).
He tenido tiempo de constatar, observando el camino de los individuos que viven a mi derredor, que hay buenos crudos, que se benefician envejeciendo, y mediocres que no se arreglan ni con el tiempo.
Algunas personas, que han vivido mal los azares de la existencia, han acumulado rencores, amarguras y a veces odios orgullos, y se han convertido con la edad, en viejos ásperos, rudos y desabridos, en breve, crudos imbebibles.

Por el contrario, algunos viejos han adquirido, en el curso de su vida, una serenidad, una dulzura y una sabiduría destacables. La mayoría de entre ellos no han llegado a este resultado únicamente por sus propios esfuerzos,
pero, sometiéndose a las enseñanzas del Evangelio, han permitido al Espíritu Santo que modele su carácter. Han aprendido el secreto del perdón, han penetrado en las riquezas de la abnegación, y han dejado que el amor de Dios inunde su corazón. Han llegado a ser las grandes milésimas.

Cuando tienes la felicidad de encontrarte con tales personas, entonces deseas reunirlas un día, y tienes ganas de decirles: "El Viejo es el bueno”.

UNA ORACIÓN PARA HOY

Señor Jesús, ayúdame a que el Espíritu Santo me moldee a su semejanza, y a transformar mi carácter, para que se pueda decir de mí, cuando sea viejo:” El viejo es el bueno”. Amén