Postal a los jóvenes

Tu actitud determina tu altitud

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Por lo demás, hermanos míos, alegraos en el Señor. No me canso de escribir las mismas cosas, y saludable para vosotros"(Filipenses)

La actitud es uno de los factores más determinantes en el éxito personal, profesional y familiar. Aleja o atrae a la gente a ti. Limita o libera el poder de Dios en tu vida.
Si deseas examinarte, mira el modo cómo reaccionar ante un tema, un despido, un rechazo, una tragedia, una crítica negativa... o todavía más: ante tus propios fracasos.

Piensas: " ¿Nadie me quiere o bien sabe Dios que no eso no es lo mejor para mí? ."
Di a ti mismo: " ¿Por qué me has abandonado? " o bien" te doy gracias por estar siempre conmigo? ?"
En realidad, Dios te deja siempre la elección de la actitud. Puedes elegir estar amargado, inquieto o colérico. Puedes alegrarte si te das cuenta de que" todas las cosas concurren al bien de los que aman a Dios" y si te
decides por aplicar a tu vida estas palabras del salmista: " Era joven y envejecí ; y no he visto al justo abandonado, ni su posteridad mendigando su pan " (Salmo 37,25).

Todo depende de la percepción que tengas de los atributos de Dios y de tu identidad en Cristo. Es esta percepción la que determinará tus reacciones frente a las circunstancias de la vida.
¿Quieres conocer la verdadera percepción que tienes de Dios?

No te hablo de lo que intentas hacer creer a los demás, sino de la verdadera mirada que tienes día a día con Dios.
Considera tu actitud. Josué y Caleb lo encontraban tan grande que el resto parecía tan minúsculo a sus ojos. Los diez espías de Canaán lo veían tan pequeño que los gigantes parecían inmensos...
Resultado: Josué y Caleb lo adoraron mientras que los diez espías lo acusaron.
Dos opciones se te van a proponer constantemente: adorar o acusar, creer o dudar, bendecir o maldecir, obedecer o desobedecer. Dios te dejará siempre la elección. La buena actitud te dará la altitud, y la mala te atará al suelo.
Tu actitud es un lenguaje completo; es el dominio de lo no verbal y Dios es muy sensible. Ella crea un perfume, un olor, una atmósfera a tu derredor.
Basta que te alejes de Dios o favorezcas su intervención.
¿Te das cuenta de que cada uno expande un olor? Lo sabes por experiencia ante distintas personas: malhumor, alegría, pesimismo, optimismo...Dios siente este olor que extiendes. Alégrate. La adoración y la acción de
gracias aceleran su intervención mientras que los chismes, quejas y acusaciones lo frenan.

Tu actitud determina tu altitud. Es uno de los secretos más comprendidos por las personas que cumplen su destino. Recuérdalo hoy.Pídele a Dios que ilumine los ojos de tu corazón para que veas como él ve.
Haz que conozca tus vías. En el nombre de Jesús, amén.