Postal a los jóvenes

Atento a tu enemigo nº 1

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Tu peor enemigo no es el diablo y su tentación, ni el mundo y sus codicias... Tu peor enemigo, tu “Enemigo Público Nº1", eres tú o más precisamente tu naturaleza vieja, tu naturaleza carnal. (Romanos 7,14-25).
La Biblia te pone en guardia contra el hecho de flirtear con lo deseos.

Es el “comercio con la carne", y la seducción del pecado no es ciertamente un juego.Atención, vigila para no aventurarte por la “isla de la tentación”…Cuando alguien flirtea con la pasión, su carne se conecta inmediatamente con el mundo del pecado, el universo del pecado. No debes nunca jugar con estos apetitos. Hay juegos prohibidos en el plano espiritual.

No te aventures bajo ningún pretexto so pena de caer en la trampa de estas seducciones. Las consecuencias son dramáticas: serás descalificado en seguida y puesto fuera de servicio.Hay un gran peligro en flirtear con la tentación y la codicia. Hay un “peligro al acecho" para que des curso libre a los deseos de la carne. El comercio con ella es un asesino de tu fe.Hijo de Dios, sé vigilante y presérvate de lo que puede contribuir a encender en ti el fuego de la tentación.


La carne no tiene más poder que el que tú quieras darle. De hecho, el diablo y el mundo no pueden nada contra ti si marchas según el Espíritu Santo y si tu carne está crucificada. La clave de una tal autoridad se encuentra en una
vida íntimamente ligada con el Señor, una vida espiritual abundante y llena del Espíritu Santo. No tengas ningún escrúpulo en cortar con lo que podría convertirse en tu vida en una ocasión de caída.

Tu destino es demasiado glorioso para dejarte arrastrar por la trampa de las obras de la carne. No pierdas el rumbo de tu destino por una codicia vulgar y miserable. Vales mucho más que todo eso. Estás llamado a brillar como una antorcha en el mundo."¿Quién de vosotros pondrá fuego en su pecho, sin que ardan sus ropas?" (Provebios 6,27)

UNA ORACIÓN PARA HOY: Señor, te agradezco esta advertencia y esta llamada al orden. Líbrame de las tentaciones y de los atractivos de este mundo. Consérvame puro y constantemente conectado contigo para llevar tu luz a este mundo. Amén.