Postal a los jóvenes

El ciclo del agua

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé semilla al sembrador y pan para comer, así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo” (Isaías 55,10-11).

El ciclo del agua es un fenómeno vital en nuestro planeta: evaporación, nubes, precipitaciones, y después evaporación de nuevo. Es gracias a este ciclo como la tierra puede producir plantas, elementos indispensables para supervivencia de los animales y del hombre.

Pero nuestro texto no se propone darnos un curso de historia natural. Nos presenta una especie de parábola para iluminar la obra de la palabra de Dios. Nos dice que la palabra de Dios sale de su boca y que es creadora: “Dice y lo que dice se hace”... (Salmo 33,9). Afirma igualmente que Dios envía su palabra, y esta palabra vuelve a él después de haber cumplido su voluntad.

La palabra de Dios ha bajado en la persona de Cristo:” La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros...(Juan 1,14-18); después Jesús, palabra de Dios encarnada, vuelve al cielo, tras haber cumplido su misión, la Redención: “Jesús, que sabía (...)que volvía al Padre...”(Juan 13,3). Es esta palabra la que hoy nos regenera, y da en nosotros buenos frutos: “...Habéis sido regenerados (...) por la palabra viva y permanente de Dios” (1 Pedro 1,22-25).

Pero no olvides que Dios habla todavía. Envía su Palabra a quien sabe escucharla. Te ha dado numerosas y maravillosas promesas en la Biblia, y puedes creer que ninguna de estas promesas no volverán a él sin haberse realizado, pues tu Dios es un Dios fiel.

ORACIÓN PARA HOY: Padre bueno y tierno: ayúdame hoy a escuchar tu voz y a creer de todo corazón que tus promesas se cumplirán sin fallar en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.