Postal a los jóvenes

No te intimides

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Saúl dijo a David: no puedes ir a combatir con este Filisteo, pues eres un  niño, y él un hombre de guerra desde su juventud” (1 Samuel 17,33).

Cada día puedes dejar tus caminos tradicionales y enfrentarte con la batalla de la intimidación. Antes de vencer a Goliat, David debió ganar esta batalla. Igual que te pasa a ti cuando piensas que el enemigo se ríe de ti.

A veces, el diablo pasará por personas que respetas para intentar asustarte.
Probablemente bien intencionado, pero mal inspirado, el rey Saúl comenzó a describir el CV (currículo vitae =currículo de vida) y la trayectoria de Goliat para explicarle a David que le sería imposible acabar con él. Los más viejos y experimentados de los soldados habían capitulado ante Goliat.

¿Quién eres tú David para pensar derrotarlo?

El espíritu de intimidación te llena de miedo y termina por paralizarte si cedes a sus sugestiones. Date cuenta de que la mayoría de la gente está clavada al suelo simplemente porque se dejan asustar por sus pensamientos.
Continúan haciendo el mismo trabajo que detestan, esencialmente porque tienen miedo a cambiar de jefe y tomar el camino de su destino. Dejan que el enemigo construya en su imaginación fotos de derrota, pobreza, o víctima.
Capitulan sin haber librado la batalla, como el perezoso que dice “hay un león fuera, me mataría por las calles (Proverbios 22,13)”.

A menudo de manera inconsciente, este miedo motiva las elecciones de la mayoría de la gente.
Lleva a los cristianos a no hacer la ofrenda por miedo a faltar, a casarse precipitadamente por miedo a quedar soltero a los 35 años, a elegir el statu quo por miedo a no lograr el cambio de orientación hacia tu destino.

Sé firme en tu seguridad y en tu fidelidad a Dios. Si te ha protegido de la confusión de ayer, ¿por qué te va a abandonar hoy? Si te ha permitido ganar pequeñas victorias ayer, ¿por qué te va a dejar fracasar hoy? Recuerda lo
que hizo con David cuando respondió a Saúl: “Dios, que
me ha librado de las garras del león y de las patas del oso, también lo hará de la mano de este Filisteo”.

¿Por qué continuar aceptando esta imagen mental que te lleva a dejar para mañana la elección que debes hacer hoy?
Si dejas que el enemigo te siga asustando, no serás nunca el asesino de gigantes que Dios quiere que seas en tu generación. No capitules tan pronto. Como David acuérdate de tus pequeñas victorias de ayer, proclama tu seguridad en ser fiel a Dios. ¡¡Y actúa!! No te dejes intimidar.

ORACIÓN PARA HOY: Padre, te pido perdón por todas la veces que he capitulado sin combatir el buen combate de la fe. Ayúdame en adelante a destruir las fortalezas o castillos del miedo o deseos que me turben. En el nombre de Jesús, amén.