Postal a los jóvenes

La visión de la pesca

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Jesús dijo:” Avanza por el agua y echa las redes para pescar” (Lucas 5,4)

Jesús no había tenido la visión de una pesca milagrosa en un vaso de agua.
Habrá siempre adeptos de la pequeña visión. Buscan siempre lo que es “pequeño”. Piensan que tener una gran pesca, es orgullo.

Ahora bien, una pequeña visión puede ocultar una falsa humildad. Si Dios te concede cazar un elefante, deja de correr detrás de las hormigas. Jesús dice: “Avanza por el agua”, no por un flanco, sino por donde las aguas son más profundas, las tinieblas más espesas y el pecado más negro. Sal de tu iglesia confortable y con calefacción para ir a las almas entenebrecidas esperando que una red venga a pescarlas.

Cuando era niño, miraba la red de pesca de mi padre pegada a la pared para repararla. Y le pregunté:” pero por qué no la tomas cuando vamos al mar?”
Había en esta red estrellas de mar rotas y erizos secos, despojados de espinas. A veces, subía para coger un erizo que se hacía polvo en mis dedos.

Algunos tienen una visión de la evangelización que se parece mucho a esa vieja red de decorado polvoriento. Han recibido herramientas por parte del Espíritu Santo, es decir, dones espirituales, ministerios, talentos pero sólo son objetos de decoración en su vida cristiana. Tienen todo lo que hace falta para pescar pero todo está seco. Es necesario arrojar de nuevo las redes pero eso necesita un acto de fe.

Pedro era un profesional de la pesca. Sin embargo, la predicación de Jesús logró que la fe naciera en su corazón, y él debía obedecer ahora. No había ninguna duda. Era necesario creer y seguir al Maestro. La palabra de Jesús desafía la lógica y el buen sentido. Igualmente, si miramos el mundo con nuestros ojos “de carne”, veremos toda clase de dificultades para no ir a evangelizar. Pero en tu misión, no se trata de obedecer a las reglas de la lógica humana, sino obedecer a la palabra eterna de Dios.

Las promesas de Dios son sí y amén. Lo que Dios dice, se cumple. El Señor espera de sus discípulos que arrojen las redes aunque las circunstancias sean malas y desafíen la lógica humana. No te imagines redes vacías, posibles fracasos. La incredulidad es anti-fe. Cree y arroja las redes, evangeliza. El Señor no te ha pedido que conviertas el mundo, sino
evangelizarlo. Es Dios quien convierte, es él quien regenera, es él quien salva, es él quien atrae los peces a la red en la medida en la que se arroje la red.

ORACIÓN PARA HOY: Señor Jesús, perdóname por mi visión limitada y por mi incredulidad. Elijo tener confianza en ti para avanzar por el agua, aun que me cueste. Quiero ir a donde me envíes. Amén.