Postal a los jóvenes

“Concédeme una tregua de 7 días” (1 Samuel 11,4)

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“¡Qué curiosa actitud la de esta gente!

Nachsch, cuyo nombre significa “serpiente” quiere dañarle, imprimir una vergüenza en su corazón, hacer su vida fea (quiere reventarle a todos el ojo derecho), y pide una tregua.

¿Aceptarías negociar con una serpiente? ¿Aceptarías cohabitar con ella? ¿Le pedirías una tregua? Ciertamente no. Si la serpiente viene a ti, a tu casa, o bien la matas, o te matará más tarde o más temprano.

Una pena que este pueblo monoteísta que sabe lo grande que Dios, quedan reducidos a pedir una tregua de siete días.
La condición del ser humano sin Dios es detestable. ¡Cuántos piden una tregua a su desgracia mientras se beben una botella de alcohol, o fuman o se drogan o toman somníferos fuertes. No aceptes nunca esta condición de fracaso. Hay cosas bella que hacer. Después de todo una tregua, no es la paz, es simplemente un espacio miserable entre dos guerras.

Nadie les dice que la ayuda se encuentra en Dios; nadie les recuerda que el cielo de Dios no está vacío. Pueden, con confianza y dirigiéndose a El, encontrar la solución, la ayuda y la liberación. No pensaba en el Día y es una pena.
Crees que puedes ir por tu vida de tregua en tregua. Y te imaginas que te es posible negociar con la serpiente, la desgracia, el pecado y la miseria. ¿No te das cuenta de que vales mucho más que todo eso?

¿Por qué no decides hoy buscar la ayuda del cielo? Inútil decirte que esa gente ha buscado ayuda en la tierra-como tú- pero sólo la han hallado en el cielo.

Jesús ha venido para socorrerte porque esa es su misión tras su pasión, muerte y resurrección. Si en tu existencia recurres a Jesús, te sobran todas las teguas con la serpiente. El aplastó su cabeza, según la antigua promesa
(Génesis 3,15).

UNA DECISIÓN PARA HOY: Jesús, ¡basta! Mi vida va de tregua en tregua, de compromiso en compromiso, no puedo más. Quiero acabar con la serpiente. Hoy decido darte mi corazón, mi vida que va mal con fracasos, vergüenzas, depresiones. Ayúdame Jesús. Amén.