Postal a los jóvenes

Un entrenador excelente

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi espíritu, dice el Dios de los ejércitos” (Zacarías 4,6).


Si un día tienes el privilegio de ser como Eliseo que marcha a la sombra de un Elías, o ser como Josué que marcha a la sombra de Moisés, no olvides nunca que el Espíritu Santo permanece como tu mejor “Patner” (compañero). Es tu mejor formador, tu “entrenador por excelencia”.

Bendigo al Señor como mi padre espiritual. He tenido el privilegio de servir al Señor al lado de un hombre de fe. Me ha enseñado a llorar por las almas, a reprimir con autoridad los poderes de las tinieblas pero me ha enseñado sobre todo a contar con Dios y con él solo y a obedecer la voz del Espíritu Santo.

Me sucede a menudo hablar con jóvenes que sienten una llamada al ministerio y no saben demasiado si son llamados a un ministerio evangelizador. No saben si deben mirar el servicio a tiempo pleno, dejar su trabajo, etc. De hecho, es en la comunión con el Espíritu Santo en donde el servidor de dios encuentra estas respuestas. La llamada viene ante todo de Dios, es él quien llama a una persona para tal o cual servicio y conviene a cada uno que se coloque ante su rostro para que el Espíritu Santo pueda llevarlo a verdaderas convicciones.

El Señor tiene un designio para cada uno. Te tiene reservado un plan, un programa particular para ti. El Señor lo ha estudiado todo especialmente, a tu “medida”, exactamente a tu talla.

Por eso no envidies a nadie y no intentes parecerte a ninguno otro. De hecho, sé tú mismo /a. Tu Padre le ha rogado al Espíritu Santo que te equipe con vistas a la realización de este programa. Tiene por misión cualificarte con vistas al ejercicio de un ministerio, de una entrega.

“Cuando el Espíritu Santo me llamó para que fuera a Pakistán, una república islámica, mi teléfono sonó varias veces. Los que me llamaban, buscaban desanimarme pensando que estaba fuera de sitio, pero estaba convencido de la dirección del Espíritu Santo. Millares de personas vinieron a escuchar la Buena Noticia.

Oración para hoy: Señor, levántame. Te ruego que me enseñes una cualificación para entregarme a tu servicio. Sé que me tienes reservado un trabajo de evangelización. Haz que te siga con decisión. Amén.