Postal a los jóvenes

Amar es triunfar

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“El amor no fracasa nunca” (1 Corintios 13,8).

Al principio de su carrera política, Abraham Lincoln tomó parte decisiva por un cierto Edward Stanton.
En uno de sus discursos, este último trató a Lincoln de “ payaso abyecto y ridículo”. Otra vez gritó en un foro político: “No tiene necesidad de ir a África para estudiar el comportamiento de los gorilas. La observación de uno de ellos se encuentra en Springfield, Illinois (La ciudad de Lincoln). Este no contestó a
estas provocaciones humillantes. ¿Por qué? Porque el amor es “paciente, bondadoso” (1 Corintios 13,4).

Descrito así el amor no es una forma de pasividad, es un acto consciente y reflejo de bondad para con el otro.

Si alguien te insulta, intenta no escuchar nada. Dite en lo profundo de ti mismo:” Este imbécil me vuelve loco, pero no voy a darle el placer de que se lo diga. El amor, por el contrario, es atravesar el lugar para buscar un medio de hacerse amigo de esta persona. Fue lo que hizo Lincoln.

Una vez elegido Presidente de Estados Unidos, al tener que buscar a alguien para Secretario de las Fuerzas Armadas, su elección recayó en E.Staton. Al ver la extrañeza de sus colaboradores cercanos, añadió simplemente: “ Es el mejor hombre para cumplir esta responsabilidad”.

Muchos años más tarde, ante el cuerpo del presidente asesinado, E.Staton, con lágrimas en los ojos, decía: “Era sin duda el líder más grande que jamás ha conocido el mundo”. Su animosidad inicial se había borrado gracias al espíritu paciente y bondadoso de Lincoln.

Si alguien te hace daño, ¿cómo reaccionas?

Elige el perdón, después da los primeros pasos para demostrar tu amor. Dios hará el resto y, en su manera inimitable, hará surgir la victoria y la reconciliación, pues el amor (el amor divino) no fracasa nunca.

Oración para hoy: Señor, al acercarse el día de Navidad quiero que la palabra “felicidad” que se repite a cada instante, salga de mi amor a ti y se extienda a los otros, como un homenaje de mi sinceridad y alegría cristianas. Te doy las gracias por celebrar estas fiestas en familia, con las amistades y sobre todo, Señor, contigo =centro y objetivo de mi maduración y riqueza personales. Gracias. ¡FELIZ NAVIDAD, PERO EN CRISTO! No en el consumo y en la palabra sola