Meditando el nuevo testamento

Yo soy el que vive

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 


Señor,
Así te revelaste un día
A tu amado apóstol Juan.
Desde entonces y desde toda
La inmensa eternidad,
Tú sigues siendo el Viviente
Para nuestra fe en tu misericordia,
Y para nuestro amor creciente
En caridad, buenas obras y bondad.

Señor,
¡cuánto amamos la vida
los peregrinos de este mundo!
Menos mal que, a pesar de sus altibajos,
Tú nos sostienes como ninguno.

La gran idea vital
Que nos da san Juan,
Es que nuestra vida aquí abajo,
- aún siendo mortal-,
- no acaba aquí, Señor,
- sino en tu trono de felicidad.

Todo cuanto hacemos, sufrimos y amamos,
Va sellado con tu sello de amor
Y con tu dimensión celestial.

Menos mal, Señor amigo.
¿Qué sería nuestra vida sin tu eternidad?