Meditando el nuevo testamento

Su Dios son sus propios apetitos 

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 


Señor,
Parece mentira pero es verdad:
En pleno siglo veintey uno ya avanzado
Hay gente que camina y vive
Apegada a sus instintos
Y no ven por encima de sus mentes
Que hay toda una eternidad.

¡Qué se le va a hacer!
¡Allá ellos y ellas con su mundo
de pecado y de liviandad!

¿Por qué, Señor, esta gente
no se acerca a beber en la fuente
de tu santa espiritualidad?

Es muy sencillo: les basta que su apetencia instintiva
Y les sobra todo lo demás.

Cuando de sus apetitos se han satisfecho,
Sólo les queda la frustración horrenda
Y al monótono aburrimiento.
Así andan muchos por la vida: atontados
Y sin camino cierto.

Su dios es su apetito desordenado.
¡Pobrecillos!
¡Qué dios se han buscado
tan pequeño e incierto!