Meditando el nuevo testamento

No tengo ni plata ni oro

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB



Señor,
Me asombra lo bien que enseñaste
Tu vida a tus seguidores.
No tenían dinero ni bienes.
¿Qué les diste para que estuvieran
tan contentos y felices?

Pedro, ante el cojo de la Puerta Hermosa,
Se queda viéndolo con su mirada tierna.
El pobre esperaba una buena recompensa.
El apóstol le dice con tono humilde:

“No tengo oro ni plata, ya lo sabes,
pero a cambio te entrego algo más valioso:
en nombre de Jesús de Nazaret, levántate
y queda curado.

El cojo alababa a Dios en el templo.
Y toda la gente se llenaba de asombro.

Señor,

Es verdad. Si hoy te diéramos a conocer
Como lo hiciera antes Pedro,
La gente marcharía contenta
Pensando en los cielos.

Cristiano y cristiana: puede que no tengas
Ni oro ni plata a montones.

Mas tenéis unos corazones que, entregados,
Ilusionan a los no creyentes,
Y con los que testimoniáis vuestro trabajo
Por el Reino de Jesús que satisface
Los anhelos de vida en sus ilusiones.