Meditando el nuevo testamento

Nos arrodillamos y lloramos

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 



Señor,
Tu amigo e infatigable Pablo,
Cuando partía de Efeso,
Sentía la separación de sus fieles
Con todo el amor que llevaba dentro.

Señor,
Hincado en tierra con los tuyos,
Hizo una ferviente oración.
¡Qué modo tan bonito de despedirse
en el nombre y amor del Señor!

Hoy, cuando nos despedimos,
Tan sólo decimos palabras,
Promesas de escribirnos cartas- E-mail-,
Y a lo mejor – ya es mucho-
De visitarnos por Pascua.

La oración, Señor, se va perdiendo
Y con ella la oxigenación del espíritu.

Así nos luce nuestra vida cristiana:
Aburrida, cultual, ritualista
Y hecha, no pocas veces, de mala gana.

Arrodillarse y orar ante ti, Señor,
Es la muestra más perfecta que tenemos
De manifestar nuestra fe y amor sin fin.