Meditación diaria Bíblica

“Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar”

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB  

 

JESÚS ES VIDA, NO FANTASMA

“Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar” (Mt 14,23)

Para Jesús, más allá de todo, está el Padre. No trata de rumiar en su interior los éxitos, sino de descalzarse de todo ruido para estar a solas con su Padre. Acostúmbrate a tener todos los días un momento así. Déjalo todo, deja a todos, y en silencio abre tu corazón al Padre.

En tu interior bodega, quiero beber, Señor. En esa hondura, Tú recreas mi agua. Y mañana, ¡de nuevo a ser fuente en medio de las gentes!

Mt 14,22-36: ¡Animo! Soy yo, no teman

Si nos atenemos al signo meditado ayer -de la multiplicación del pan del que todos comen y sobra- como una de las consecuencias necesarias de la transformación personal y comunitaria que tiene que generar el Evangelio, debemos aceptar también que este signo de Jesús que se une a sus discípulos, de noche, caminando sobre el agua, está en relación directa con la experiencia de vida de la comunidad.

Aceptar el Evangelio, ser conscientes de las transformaciones de mentalidad y cambios de conciencia que implica, es relativamente fácil, es llamativo; pero ponerse en camino de esa transformación y cambios, hacerlos vida realmente, eso sí es bien difícil, y por lo general el discípulo o el creyente actual empiezan a zozobrar. He ahí la imagen de Pedro, que con gran facilidad y arrojo da unos cuantos pasos sobre el agua, pero luego comienza hundirse.

Pero también el cristiano actual y nuestras comunidades cristianas están bien reflejadas en este pasaje. ¿Habrá conciencia hoy de la zozobra en que vivimos? Nuestra forma tan pasiva y tan acomodada de vivir la fe y el compromiso cristiano, ¿no necesitan el auxilio de Jesús?.