Meditación diaria Bíblica

“Quiero misericordia y no sacrificio” (Mt 12,7)

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB  

 

Dios es un icono siempre abierto por donde se asoma la misericordia. Al encuentro de toda debilidad sale al encuentro la misericordia entrañable de nuestro Dios. Dedica hoy algo de tu tiempo a contemplar el Corazón entrañable de Dios y aprenderás los caminos de la misericordia.
A veces lleno de cosas mi vida, pero Tú una y otra vez me pides que mire con ternura a mis hermanos.

Mt 12,1-8: “El Hijo del hombre es Señor del sábado”

Sabemos que para los judíos el sábado es un día sagrado. En él no se puede realizar ninguna actividad material. Está dedicado al descanso y al culto a Yavé en la sinagoga. Sin embargo los discípulos sienten hambre y cortan trigo para comer; los fariseos se escandalizan de tal actividad que quebranta la Ley; Jesús responde fundamentado en las Escrituras. Finalmente, el Maestro pone el énfasis en la misericordia por encima del culto. No es que Jesús anule el sábado. El pone al ser humano por encima de la Ley y del culto. Pues tanto la Ley como el culto y las instituciones deben estar al servicio de las necesidades de las personas. Es indudable que el descanso sabático había sido instituido para garantizar el justo descanso de los trabajadores, las mujeres, los esclavos, los animales y la tierra. Jesús no anula el sábado, sino que le recupera su verdadero significado: garantizar la justicia, la misericordia y el derecho como aspectos importantes para la convivencia humana.
Miremos a nuestro alrededor. Muchas normas, instituciones, costumbres nos esclavizan, nos quitan la libertad de los hijos de Dios que Jesús nos garantiza. Incluso a nivel eclesial hay tradiciones y normas que no tienen fundamento en el Evangelio y son instrumentos de opresión y deshumanización. Recordemos, una vez más, que el fundamento de nuestra fe es Jesucristo, y él nos liberó de toda opresión que atente contra nuestra dignidad.