Meditación diaria Bíblica

“Quiero, queda limpio” (Mt 8,4)

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB  

 

“Quiero, queda limpio” (Mt 8,4)

Jesús quiere que el ser humano sea feliz y camine por la vida, consciente de su dignidad de hijo/a de Dios. Acércate a Jesús, él es la fuente de la Vida, dile todo lo que te angustia, todo lo que te preocupa. Déjate mirar por su Amor. Que su mirada recorra los rincones de tu corazón.

Dios te regala la vida. Mírala con asombro. Dios te regala la vida. Acógela con tus manos abiertas. Dios es la vida para ti. Ábrele la puerta de tu corazón.

La lepra era una enfermedad terrible que excluía inmediatamente al enfermo de la comunidad de fe y de la sociedad de sus congéneres. Se tenía el gran temor de ser contagiado. El enfermo era sometido al aislamiento total, y tenía que ir por todas partes anunciando su enfermedad, gritando “¡impuro!”, para que nadie se le acercara.

Por eso llama la atención que el leproso de este episodio no grite “¡impuro!”, sino que reconozca a Jesús como Señor y le pida que le limpie. La respuesta de Jesús es sanarle de su enfermedad. Pero le invita a cumplir con todas las normas prescritas por la Ley para estos asuntos. De esta manera Jesús ayuda al enfermo a recuperar su dignidad. Ahora puede ser incorporado debidamente a la comunidad y a la sociedad. Cuántas formas de exclusión y rechazo existen hoy en nuestro contexto social y cultural.

La pobreza extrema, el racismo, el machismo, las pugnas religiosas… son otros tantos motivos de condenas y exclusiones. Si todos somos hijos de Dios, ¿por qué no nos aceptamos con nuestras diferencias y particularidades? Pidámosle también nosotros al Señor que nos sane de nuestras enfermedades sociales de marginación y exclusión hacia los demás, y nos dé la capacidad de aceptar y reconocer en el otro a un hijo o hija de Dios que merece respeto y dignidad.