Meditación diaria Bíblica

El Inmaculado Corazón de María

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB  

 

“Su madre conservaba todo esto en su corazón” (Lc 2,51)

María avanza poco a poco en el misterio. Lo que sucede ante sus ojos lo escudriña en sus adentros. Ahí espera confiada que la música de Dios inunde el universo. Contempla tu vida como el lugar donde maduran las cosas de Dios.

Llevo siempre sembrada tu Palabra en mi interior. En silencio me va formando a tu imagen.

"El corazón es símbolo de amor e interioridad". Lucas, ante el cuadro del quinto misterio de gozo, concluye con una nota sobre el corazón de María: "guardaba todas estas cosas en su corazón". María es la mujer toda corazón. Esto significa que, aunque en su mente no entiende muchas cosas, ama, espera y cree. María aparece siempre en el Evangelio manifestando su total confianza y obediencia a los planes divinos. María es la mujer que se deja sorprender por Jesús.

Esto demuestra su fina sensibilidad. María invita a recuperar esa capacidad de sorpresa y de admiración. El Dios de María es un Dios sorprendente, admirable, desconcertante. Finalmente, María revela esa dimensión profética de la pregunta: ¿por qué? No permanece callada ante el misterio, ante los acontecimientos difíciles. Le preguntó al ángel y le pregunta a su Hijo. Y con su Hijo se identificó cuando en la cruz Jesús también preguntó: ¿por qué? No se trata de mantener un silencio estéril; se trata de la inteligencia que, limitada ante el misterio de la vida, solicita una respuesta.

De la pregunta humilde hecha oración viene la respuesta elocuente de un Dios que habla y se revela hasta en sus silencios.