Meditación diaria Bíblica

"Que todos sean uno"

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB  

 

Jesús nos está invitando a una mirada capaz de ver toda la realidad: las pequeñitas y grandes cosas habitadas por el misterio de la Trinidad. Y el Espíritu nos desafía a ver si somos capaces de ver en los hombres y mujeres que viven junto a nosotros, más allá de toda apariencia que nos despiste, el misterio de Dios que los habita. Y el Padre nos regala hermanos y hermanas para hacer el camino en compañía. Y en cada hermano y hermana nos da un regalo, se nos ofrece El como regalo.  

Abro el corazón a mis hermanos/as para ser en el mundo una parábola de comunión.

Jn 17,20-26: “Que también ellos sean uno en nosotros”

En la primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles, nos encontramos con el episodio de Pablo acusado por las autoridades religiosas judías ante el comandante de la guarnición romana acantonada en Jerusalén. El oficial se da cuenta de que está ante un caso muy difícil. Por eso hace reunir al consejo judío, compuesto por saduceos y fariseos. 

 Pablo aprovecha la composición religiosa heterogénea del sanedrín y suscita una discusión entre ellos, ganando el favor de los fariseos. El tema de la discusión es la resurrección de los muertos. Así, Pablo aprovecha las circunstancias para dar testimonio de Jesús en Jerusalén, en Cesarea y, finalmente, en Roma. 

 Podemos decir que en Pablo se cumplen las palabras de Jesús que hemos venido reflexionando en el evangelio de Juan: está en el mundo, pero no es del mundo. La unión íntima con Jesús se convierte en fortaleza y sabiduría para enfrentar las acusaciones que le hacen sus adversarios. Mantenernos unidos a Jesús, y en él al Padre, nos proporciona fuerza y valor para enfrentar las dificultades en la misión que nos ha confiado el mismo Jesús: el anuncio y testimonio del evangelio del reino.