Meditación diaria Bíblica

“Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 


La misión nace de una convivencia prolongada con Jesús; la profecía nace de la amistad con Él. Lo descubierto en la intimidad orante se proclama en las obras de cada día. La oración pone en marcha un voluntariado sorprendente en medio de los pueblos. No te limites a consumir respuestas de otros. Tú, por ser bautizado, tienes un sitio, una tarea y una palabra. Vive tu vida cristiana de forma creativa.

¡Qué detalle el tuyo, Jesús! Dices que haremos obras mayores que las tuyas. ¡Qué amor tan gratuito el tuyo! ¡Y qué confianza!

Jn 14,7-14: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”

Jesús enfatiza a los discípulos que ya conocen al Padre porque lo han visto y conocido a él. Esta afirmación provoca la intervención de Felipe: “muéstranos al Padre”. Sabemos que se trata de un recurso pedagógico empleado por el autor del cuarto evangelio para profundizar un tema teológico dándole la relevancia necesaria. Jesús interpela a Felipe con el mismo tema que en pasajes anteriores ha venido trabajando: él y su Padre son una misma realidad.

Entre ellos existe una comunión tan íntima, tan profunda, hasta el punto que quien ve a Jesús -el Hijo- ve al Padre. Pero el asunto es todavía más profundo: creer en Jesús es creer en las obras que él realiza como provenientes del Padre. Pero, a su vez, quien cree en Jesús está llamado a realizar sus mismas obras, e incluso mayores. De tal forma que la fe en Jesús no es una simple adhesión, sino que implica un modo de obrar según el obrar del Padre revelado en la persona de Jesús

. ¿Tenemos nuestra mirada del corazón fija en el actuar de Jesús, para que realicemos las obras del Padre? ¿Actuamos en nombre del Padre, o pretendemos hacer nuestro propio capricho utilizando el nombre de Dios?