Meditación diaria Bíblica

“Quien me come vivirá por mí”

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 


Jesús soñó los sueños de Dios: preparar un banquete para todos. Y era su vida entregada la que estaba sobre la mesa. En la eucaristía había mucho amor por medio. Pon algo tuyo en medio para que los más pobres y orillados se beneficien. Los mejores amigos de Jesús han hecho de sus vidas un banquete, con platos generosos para todos.

Porque elijo el camino de la vida, acudo a tu fuente. Porque quiero crecer en el amor, como tu pan en la mesa. ¡Gracias, Jesús, por la eucaristía!

Jn 6,52-59: “Quien me come vivirá por mí”


El “discurso del pan de vida” es central en el evangelio de Juan. Jesús se revela como “verdadera comida y verdadera bebida”. Una vez más, Juan utiliza el lenguaje equívoco para comunicar el mensaje profundo de Jesús. Los oyentes de éste no alcanzan a entender que hace referencia a la comida y la bebida como participación en los bienes mesiánicos que él mismo ofrece. Es verdad que la referencia de Jesús a la comida y la bebida evoca inmediatamente el alimento físico necesario para nutrir el cuerpo y dar la vida.

Pero el Maestro se vale de esta realidad cotidiana y necesaria del ser humano para proponer la comida y bebida verdaderas que implica entrar en comunión con él. De tal manera que la relación del creyente con Jesús no depende de una simple adhesión de orden ideológico o emocional. Esta relación implica alimentarse con su misma persona, que es la auténtica Palabra del Padre; dejar que la Palabra cobre vida y fuerza en el interior del creyente.

¿Cómo vives la auténtica comunión con Jesús? ¿Es una adhesión meramente sentimental, emotiva, superficial y momentánea? La comunión con Jesús, ¿te lleva a un compromiso fiel y radical con el reino?