Meditación diaria Bíblica

Jesús y la mujer adúltera

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 


En un mundo en el que tanto abundan las condenas y las culpas, es hermoso encontrarse con unas palabras tan limpias, tan nuevas. Acércate confiadamente a Jesús; él es capaz de limpiar las más oscuras zonas de tu corazón. Jesús es el que perdona y quiere que también sus amigos perdonen. Si no hay misericordia, todo se pierde. Jesús, el que está sin pecado, comunica la gracia. La mujer queda sorprenda ante este lenguaje tan desconocido.

Mantén mi amor en aquellos que ya amo. Dame amor para aquellos que aún he de amar.

Jn 8,1-11: El que no tenga pecado, tire la primera piedra

Personas conocedoras y cumplidoras de la ley son las que le presentan a Jesús una mujer que según la ley debe ser apedreada como castigo por su pecado. Los fariseos y letrados buscan que Jesús se pronuncie a favor o en contra del pecado; no les importa la vida de la mujer, pues ellos mismos la han marcado y condenado con argumentos de la ley.

La Palabra de Dios nos invita a una reflexión muy profunda sobre nuestra forma de valorar las condiciones de las demás personas. Muchas veces, y tal vez de modo inconsciente, nos constituimos en jueces de las conductas de los hermanos, y nos creemos autorizados para excluir y condenar. Jesús nos hace hoy una invitación a reconocer nuestras propias limitaciones y a mirar con amor a quienes han cometido errores. Sólo Dios es el cabal juez. Y él sabe escuchar, valorar, perdonar y, por sobre todo, seguir amando sin reservas, con infinito amor
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Pidamos al Señor que nos haga personas humildes y sencillas, capaces de comprender las limitaciones humanas más allá de la frialdad de las leyes; y que la misericordia de Dios toque nuestras entrañas para saber amar y perdonar sin límites.