Meditación diaria Bíblica

Gracias por tu misericordia

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 


Solo el amor incondicional pone en pie de nuevo la vida maltrecha. Estemos como estemos, Jesús nos espera. Cuando nos ve a lo lejos se conmueve, echa a correr, nos llena de besos. ¡Tanta es su alegría por el encuentro! Cada uno de nosotros hemos nacido de un abrazo entrañable. Somos hijos de un Padre, al que le da un vuelco el corazón cuando nos ve llegar. Orar es escuchar el susurro de Dios: “Todo lo mío es tuyo”.

Gracias por la acogida, por el perdón, por la ternura... Gracias porque tu misericordia supera todos mis límites.

Lucas 15,1-3.11-32: Tu hermano estaba muerto y ha revivido

Los fariseos y escribas buscan condenar a Jesús, escandalizados por la familiaridad con que trata a pecadores y publicanos. Estos han descubierto en Jesús un camino de conversión. Alguien, por fin, ha comprendido su historia y las razones por las que han vivido en pecado. Ellos han tocado fondo; ahora siguen a Jesús intentando un cambio profundo de vida.

La parábola confronta a quienes viven sujetos a la Ley y los ritos, con los que han decidido retornar a la casa del Padre. Este sigue con los brazos abiertos para recibir con amor a los que decidan convertirse; cuando deseen hacerlo, o cuando sus historias personales los hagan tocar fondo.

Contemplemos nuestra vida personal, familiar y comunitaria a la luz del Evangelio, para reconocer con humildad nuestras limitaciones y valorar cómo ha sido nuestro proceso de cercanía o de distanciamiento de la casa del Padre.