Meditación diaria Bíblica

Metro

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 


Aquella mañana, me encuentro en el metro República en Paris, con sus largos corredores que se entrecruzan. En el momento de cambiar de dirección hasta mi línea 5, yo me fijo en una silueta alta rodeada de un enjambre de muchachos y muchachas, tipo de aquellos que uno evita acelerando el paso. El hombre, todavía joven, debe medir más o menos dos metros, con hombros de jugador de rugby. Está cubierto de una boina basca, ceñido en un hábito negro con cuello eclesiástico, sobre el cual no se puede faltar de notar una cruz metálica.

¿Es que acompaña esa banda de guiñaposos que le interpelan con su tono bien típico de las afueras? Está siendo agredido por esos jóvenes negros y moros estruendosos? Yo paro la oreja : Hola, ¿quién eres tú? De dónde sales con semejante vestimenta? Seguro, tu cruz, yo la quiero mucho! Sonriendo, con la cara radiante, el sacerdote responde a todas las preguntas con una voz tranquila. Él explica quien es, y lo que la cruz representa. Los gamines (chicos) quedan sorprendidos, interesados, de un momento a otro indiferentes a la multitud que se parte alrededor del grupo. Algunas miradas son inquietas, otras sorprendidas.

Yo tengo la sensación de vivir una escena de ciencia ficción; el choque entre el planeta de ellos y este planeta desconocido los deja atónitos. Aparte de este sacerdote que hubiera querido tener más tiempo a consagrarles. Les tiende su mano, que todos ellos estrechan con mucho calor, pero ya el mundo los aleja y los separa.
¿Y tú?


Reza con fervor:

Oración:
Señor, yo tiemblo ante el pensamiento que tantos
entre nuestros jóvenes
nunca han oído hablar de ti
Danos la fuerza de ser para ellos tus testigos,
discretos o audaces según los casos,
pero siempre atentos
y disponibles.