Meditación diaria Bíblica

Presentación: primicia del Calvario

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“El Espíritu Santo moraba en él” (Lc 2,25)

La Palabra se hace luz salvadora para toda la humanidad y brota el canto alegre en el corazón esperanzado de Simeón, el anciano, habitado por el Espíritu Santo.
Que tu Luz, Señor,
alumbre la oscuridad de nuestro mundo
y encienda la llama del amor en nuestros corazones.

Lc 2,22-35: Será bandera discutida para clarificar los pensamientos

Estamos ante uno de los momentos mas solemnes de la vida de la Virgen María, de la vida de la humanidad y de la vida de cada uno de nosotros: es la presentación, entrega o sacrificio de Jesús a Dios. Es la primicia del Calvario. También comienza para María su sacrificio: su alma será traspasada por la espada del dolor. Ella se ofrece por nosotros juntamente con su hijo. Ya se ve en el día cuando, a los pies de la cruz, contemplará la entrega iniciada con Jesús hoy en el templo.

El “sí, hágase tu voluntad” tuvo muchos momentos de éstos en la vida de María. En este texto ella aparece junto a José sometiéndose a la ley judaica, que ordenaba la presentación del primogénito al Señor. María, inspirada por el Espíritu Santo, conoce perfectamente el gran misterio que aquí nos relata Lucas; comprende plenamente el significado y valor del sacrificio que ella realiza; María lo ofrece al Padre con el mismo valor, abnegación y desprendimiento con que se ofrece el propio Jesús. El “viejo” Simeón nos debiera representar a todos como “honrado y piadoso a los ojos de Dios”, hombre de fe y esperanza, confiado en las promesas de Dios.