Meditación diaria Bíblica

Mucho yerra quien mucho corre. Proverbios 19:2b

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Correr es bueno, correr mucho es peligroso, el que corre mucho encontrará agotamiento y estrés, se esforzará mucho más allá de sus fuerzas naturales. Yo conozco a algunos que están sobrecargados de tareas y a la larga he observado que estas personas se quedan solas, también he observado que a pesar de correr mucho no quiere decir que avancen mucho, es más, creo que si hay algo que los caracteriza es que avanzan muy poco, por la sencilla razón de que tras haber gastado todas sus fuerzas en una loca carrera, necesitan luego de mucho tiempo para reponerse.

Corre, pero hazlo de manera sabia, administrando tus fuerzas, corre en compañía. Dios no te premiará por llegar primero ¡te recompensará por llegar! No hay nada como ser de aquellos que marcan el paso en esta carrera, no hay nada mejor que ser de aquellos que mientras corren alientan a otros a seguirnos y no abandonar.

Recuerda que esta carrera es larga, requiere paciencia, requiere que no perdamos de vista el objetivo, requiere pasión, mientras marchamos y vencemos obstáculos obtenemos la satisfacción de encontrarnos más cerca de la meta, más cerca del premio. así que corre, pero no mucho, corre lo necesario cada día para avanzar lo necesario.

Fíjate lo que dice en Isaías 40:31 en una parte dice "Correrán y no se fatigarán...por que el Señor renueva sus fuerzas", ahora bien, si corres y te fatigas esto es una mala señal, ¿por que? por que no estás dejando que Dios renueve tus fuerzas, Dios quiere que corras, si, pero también quiere que acudas a El para renovar fuerzas.

Quien corre sin detenerse para renovar fuerzas actúa de manera soberbia, no debemos de olvidar quien es la fuente inagotable de toda fuerza.

David en el Salmo 138 verso 3 dice "Cuando te llame me respondiste, me infundiste animo y renovaste mis fuerzas"

¿Estas agotado? ¿ estas ya sin fuerzas? pues es momento de detenerte y llamarle a El, dile Señor Jesús infundeme animo, necesito tu aliento, renueva mis fuerzas otra vez.

Dios te bendice.