Meditación diaria Bíblica

Locura por la oveja perdida

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

La gran novedad de Jesús es su misericordia. Con la parábola de la oveja perdida comprendemos la locura de su amor entrañable. Déjate encontrar por Jesús. Deja que te cargue sobre sus hombros. Dale esa alegría.

Lc 15,1-10: Habrá alegría en el cielo por el pecador arrepentido

1) En las dos parábolas se dice que Dios se alegra por el pecador que se convierte. No se suprime la distinción entre pecador y justo, no se pasa expresamente por alto, y menos aun se trata irónicamente. Jesús no habló nunca como si el pecado no fuera pecado. El también, como los profetas, reclama conversión y penitencia. La exige más radicalmente que cualquiera de los profetas que lo precedieron. Llamar a la conversión lo considera como la razón de su misión: “el reino de Dios está cerca; conviértanse”.

2) Todos deben hacer penitencia, porque todos son pecadores delante de Dios. Al llamar a la penitencia y conversión amenaza con el juicio y la perdición. También la predicación del amor de Dios a los pecadores es predicación de conversión, predicación de salud y predicación de penitencia.
Jesús anuncia el alborear del tiempo de salvación: “el reino de Dios está cerca”. De este reino de Dios que se inicia forma parte la gozosa misericordia de Dios con todos los que vuelven a su gracia salvadora. El rasgo más original e incomparable del anuncio del reino de Dios por Jesús es la revelación del amor que Dios tiene a los pecadores.

3) El pastor va en busca de la oveja perdida, la mujer busca la moneda. La alegría se expresa así: “encontré lo que se me había perdido”. En esto consiste el amor.

ORACIÓN:

 

Señor, qué ternura la tuya,
qué paz tan grande saber que me buscas
y que mi miseria te atrae.