Meditación diaria Bíblica

S. Simón y S. Judas, Apóstoles

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Jesús ora toda la noche, y desde la fuerza de su oración llama a los discípulos, hace apóstoles y cura a todos los que se acercan a Él. Jesús te invita a orar. A acercarte a Él, a escucharle y tu fe le arrancará esa fuerza sanadora.

Lc 6,12-19: Llamó a los discípulos e eligió entre ellos a doce


La voluntad de Dios es la voluntad de Jesús. La elección de los apóstoles la realiza conforme a la voluntad de su Padre. Entre el grupo de discípulos que lo han seguido, elige a doce. El número de doce responde al número de los patriarcas del pueblo de la alianza del Antiguo Testamento. Aparece un nuevo pueblo de Dios. Jesús indica a los elegidos el carácter evangelizador de su vocación. La palabra de Jesús va acompañada de signos que dan autenticidad al anuncio realizado: él es el Mesías esperado por las naciones, el gran liberador del pueblo; pero no desde el esquema mental dominante, sino desde los designios de Dios.

También el elegido debe hacer creíble con signos claros la fidelidad de su predicación. En Jesús se cumple la promesa. El está ahí, y de él dimana poder de curación y de instrucción. En torno a él se reúnen los padres del nuevo pueblo, provistos del poder y del espíritu de Cristo; en torno a ellos los discípulos, tocados y llamados por la Palabra de Jesús; finalmente las muchedumbres que son curadas y reciben la salud si lo tocan. El Espíritu que lo ha ungido opera en todos los que se reúnen en torno a él.

Celebrar hoy la memoria de los apóstoles Simón y Judas, aunque tan poco sabemos de ellos —dónde estuvieron, qué hicieron como evangelizadores...—, es no sólo recordarlos como “pilares de la Iglesia” o “cimientos de la casa”, según Pablo califica a los apóstoles (Gál 2,9; Ef 2,20, sino también recordar que todos realizaron en sus vidas un proceso formativo que es signo del nuestro como cristianos..

ORACIÓN:

 

Señor, tú llamas a todos a tu mesa,
nos acercamos...
¿Tenemos suficiente fe para que tu fuerza nos cure?