Meditación diaria Bíblica

Poderoso a los ojos de Dios

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Nimrod fue el primer hombre “poderoso” en la historia de la humanidad. La Biblia nos enseña que era “valiente cazador ante Dios” y que reinaba en Babel (Génesis 10,8-12). Su reputación fue la de un constructor, un promotor, explorador y conquistador. Igualmente fue fundador de Babel, la ciudad que llegó a ser símbolo de los lugares en los que el hombre- y no Dios- es honrado.

'Cusch engendró a Nimrod ;fue él quien empezó a se poderoso en la tierra.'(Crónicas 1,10).

Fue en Babel donde los hombres decidieron construirse una ciudad con 'una torre cuya cima tocara el cielo para hacerse un nombre'. Había una sola lengua y Dios los confundió con “su lenguaje” para que no entendieran la lengua entre sí'.

Así, los hombres se dispersaron por toda la tierra. Fue el legado de Nimrod y, desde entonces, muchos han seguido este ejemplo. Construyendo empresas e imperios, fueron honrados por sus carreras y sus obras, pero al fin de cuentas, ¿qué reportan a Dios? ¿Han sido poderosos por su propio reino, o por el propio reino de Dios?

Dios explicó a Isaías que no estaba impresionado por las construcciones, los reinos o las riquezas del mundo. Le dijo: 'Centraré mi mirada en el que sufre y en el abatido, en el que teme mi palabra' (Isaías 66,2).

Hoy, si deseas agradar a Dios, humíllate ante él. Aprende a amar e incluso a temer su Palabra. Busca ante todo su reino en tu vida. No te fíes del mundo, ni de la vanagloria de los demás. Busca más bien agradar a Dios y a ser poderoso a sus ojos.

Una oración para hoy

Padre, te consagro mi tiempo, mi talento y mis bienes. Busco ante todo tu reino y me humillo ante ti. Ojalá mi vida sea para tu gloria. Te adoro. En el nombre de Jesús, amén.