Meditación diaria Bíblica

Contradicción: fama y cruz

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

El estudio de la palabra de Dios permite al Espíritu Santo recordarnos lo que Jesús dijo. La palabra permite al Espíritu juzgar nuestros sentimientos y renovar nuestros pensamientos.

Jesús dice: 'El me glorificará, porque tomará de lo que es mío y os lo anunciará'(Juan 16,14).


Santificar su vida, tener una buena conducta, está bien, pero la santificación en este estadio es incompleta. Dios quiere santificarnos también por medio de su palabra, la espada del Espíritu.

La misión del Espíritu Santo consiste en dar gloria a Jesús. Por eso, la mejor manera es transformarnos en lo que nos le parecemos. Trabaja en nosotros para transformarnos en la imagen del Señor. Hemos llegado a ser por la fe en Jesucristo el templo del Espíritu Santo, una habitación de Dios en espíritu.

El mejor camino para dar gloria a Jesús es el del servicio cumplido con la ayuda y el apoyo del Espíritu Santo. Dios busca verdaderos adoradores, discípulos auténticos, servidores fieles. Estar lleno del Espíritu implica un servicio llevado a cabo con la asistencia del Espíritu Santo.

Estamos llenos del Espíritu para llenar nuestro servicio o nuestro ministerio.

Jesús fue impulsado al desierto por el Espíritu en donde pasó 40 días. El evangelista Felipe fue desplazado por el Espíritu tras bautizar a un etíope. Pablo fue impedido por el Espíritu para darse cita en un lugar en el que pensaba llevar el evangelio.

El Espíritu de Dios quiere tomarte para cumplir en tu vida las obras de Dios. Marcha con un mismo paso en su compañía y así vivirás una vida espiritual armoniosa.

Una cuestión para hoy

¿Cuál es la acción del Espíritu de Dios en tu vida? ¿Qué lugar le concedes?