Meditación diaria Bíblica

Contradicción: fama y cruz

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“Al Hijo del hombre lo van a entregar” (Lc 9,44)


J
esús se metió en situaciones que él sabía le iban a abocar a la cruz. Le sostenía la relación con el Padre. De la experiencia de su amor sale la verdadera profecía. Amó la vida y supo para qué vivía. Se metió en los problemas del ser humano y del planeta. Mientras, los discípulos discutían para ver quién era el más importante.

Siguiendo la lectura continuada de Lucas que la liturgia nos propone para estos días, encontramos dos hilos conductores en aparente contradicción. Por una parte, las palabras y las obras de Jesús, es decir, su praxis, despiertan gran admiración en algunos y profunda inquietud en otros, sobre todo en sus adversarios. En segundo lugar, Jesús responde a esta admiración de la gente con el anuncio de su pasión. Dos posiciones encontradas, pues si todo el mundo lo admira, entonces ¿cómo es posible que vaya a padecer y a morir en cruz? Indudablemente, a cualquiera confunden estas situaciones opuestas.

Los discípulos no logran compaginar la fama que está adquiriendo Jesús con el anuncio de su destino sufriente. Es que seguir a un maestro así resulta cómodo y atractivo. Pero seguir al maestro que carga la cruz hasta morir en ella como signo del auténtico mesianismo, resulta poco atrayente y, por el contrario, provoca confusión y rechazo. Esto no les sucede sólo a los discípulos, sino a cualquiera de nosotros, pues es muy cómodo decir que se sigue a Jesús sin asumir su cruz, pero cuando se entiende lo que significa el seguimiento, entonces la cosa se piensa dos veces. ¿Estamos dispuesto a seguir a Jesús hasta la cruz?

ORACIÓN:

Descálzate,
porque el terreno
que pisas
es santo.