Meditación diaria Bíblica

¿Reconoces tus fallos?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

'No soy mejor que mis padres' ( 1 Reyes 19,4)

Frecuentemente has representado un papel, has dejado filtrar la imagen de un “super hóroe', y has dado de ti la impresión de que a ti nadie te alcanzará. Te ha equivocado y lo sabes bien. Por fin, conozco a poca gente que acepte mostrar su verdadero rostro. Es fácil llevar máscaras y cómodo evitar perderla. Te acuerdas de ese día en que ibas mal y todos tus amigos dejaron de creer en ti. ¿Cómo conquistarlos de nuevo? Tienes ganas de gritar tu sufrimiento, tu pena. Ha sido necesario tu orgullo para callarte.

La persona a la que Dios ama, eres tú, sin máscara, sin dolo, ni hipocresía. Eres tú el auténtico, el verdadero; tú, con tus miserias, debilidades, tu vulnerabilidad, tu sencillez. Sin más. Es preciso que lo admitas: no eres más fuerte, más dotado, más importante que los demás, no eres mejor que tus padres, parafraseando al profeta.

Tus cualidades existen. No es cuestión de que las desprecies u olvides. También existen tus fallos. Ocultarlos, disimularlos no cambiará nada.

Y después, no está mal que los otros sepan que tú también eres vulnerable, normal, que puedes ser alcanzado, herido, que tienes derecho a llorar. Lo que hace tu vida excepcional, no es la imagen que quieras dar de ti. Es la aceptación de tus fallos. Eso es lo que le agrada a Dios y a los demás.

No tengas nunca miedo de tu verdadero rostro, pues es al que Dios ama y al que los otros aprecian.

Una oración para hoy

Dios mío, quiero ser yo mismo, no mi espejo. Ayúdame a redescubrir mi verdadero rostro, a reconocer mis debilidades, a aceptar mis fallos. Hazme mejor para ti, para mi mismo y los otros. En el nombre de Jesús, amén.