Meditación diaria Bíblica

Recibirán cien veces más

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“Quién deje casa… por mí y por el Evangelio recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más” (Mc 10,29-30)

En el Reino no habrá miseria, sino afecto abundante para todos. Dios es buen pagador. Haz frente al deseo de acumular con tu vida compartida.


Mc 10,28-31: Recibirán cien veces más

1) ¿QUÉ RECIBIREMOS?:

 

Definitivamente, el cristiano está llamado a vivir en santidad, la cual se realiza en la práctica cotidiana del mandamiento del amor.
En el evangelio, la pregunta de Pedro a Jesús es la misma que seguramente le hemos dirigido al Señor en algún momento de nuestras vidas: «¿Qué recibiremos a cambio, ya que hemos dejado cosas muy importantes por seguirte?» Y aunque el seguimiento al Señor no debería apuntar de modo primordial a la recompensa, Jesús nos asegura que por las renuncias que hagamos por él y el Evangelio recibiremos cien veces más. ¿Qué significa esto?

2) OPTAR POR CRISTO:

 

Pues, que cuando optamos por Cristo, optamos por crecer de modo extraordinario en una experiencia humana y creyente que nos llevará a ser más conscientes y coherentes, más capaces de transformar nuestra actual sociedad en un escenario digno que permita el desarrollo de una calidad de vida cabalmente humana para el conjunto de sus ciudadanos.
En este crecimiento, que conlleva a la misma comunidad de la que formamos parte, seguiremos optando por ser mejores en el servicio y la construcción del reino de Dios en medio nuestro, y podremos ver que, a medida que los demás progresan con nuestro aporte en dignidad, reconocimiento, respeto, alegría de vivir, nos iremos enriqueciendo cada vez más nosotros mismos. No en riquezas materiales, por cierto, sino en una riqueza mucho más profunda, reconfortante y duradera. Y todo será ganancia, en definitiva, cuando estemos plenamente convencidos de la meta que nos está esperando en Dios a pesar de los problemas, trabajos y persecuciones que implica tratar de alcanzarla.

ORACIÓN:

 

Ligero/a de equipaje, te sigo Jesús.
En mi mochila, tu alegría y un pan para una eucaristía.