Meditación diaria Bíblica

¿Mi voluntad o la suya?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“Padre, si quisieras alejar de mi esta copa ! Sin embargo, hágase tu voluntad, no la mía" Luc 22,42

Cuando la voluntad de Dios reclamó de Jesús el sacrificio más grande, Jesús aceptó venir a la tierra para dar su vida en rescate por todos.

Dios quiere que estemos en comunión con él. Es su deseo más grande, es su voluntad. Si colocamos esta prioridad en nuestra vida, podemos estar seguros que la cuestión que se refiere al conocimiento de la voluntad de Dios, que es quien rige nuestra existencia. Cuanto más tiempo pasamos con Dios, más conocemos sus pensamientos y sus deseos. De este modo aprendemos a conocer su voz.

A veces, nos sucede preguntarnos por qué no hemos sido escuchados o por qué Dios no ha respondido como lo esperábamos... De hecho, un examen profundo de los móviles de nuestro corazón arroja luz a deseos egoístas y no a la búsqueda de la gloria de Dios.

La cuestión del conocimiento de la voluntad de Dios no afecta sólo a cosas materiales, hasta incluso sentimentales... En el caso de Jesús, ella trajo la salvación de toda la humanidad, y esta voluntad reclamó de él el don de su propia vida.

Bien entendido, cada cristiano crece a su propio ritmo. Además, no todos hacemos frente a los mismo problemas y Dios tiene un plan específico para cada uno de nosotros.

Ten la seguridad de que el Señor no te someterás apruebas que no puedas soportar. Por eso, cuídate de mantenerte en comunión con el Padre.

Una oración para hoy

Señor, reconozco que, muy a menudo, me planteo cuestiones sobre tu voluntad. Me doy cuenta de la necesidad de pasar más tiempo contigo para conocer tu voluntad y obedecerte. Ayúdame a abandonar mi vida en ti, como lo hizo Jesús. En el nombre de Jesús, amén.