Meditación diaria Bíblica

Tengo fe, mas dudo; ayúdame

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“Tengo fe, pero dudo, ayúdame” (Mc 9,24)

Como un claroscuro, así es la vida de este padre que pide ayuda a Jesús para su hijo. Luces y sombras, dudas y fe, habitando el mismo corazón. Pero la petición a Jesús lo encamina hacia el manantial, hacia la fuente de la alegría. No esperes a tenerlo todo claro para orar. También pueden brotar flores del estiércol.


Mc 9,14-29: Creo; pero ayuda mi falta de fe

1) CRISTIANO ATREVIDO:

 

Cuán necesario es hoy en día, como en los tiempos de Santiago, que, desde la sabiduría que viene de Dios y en busca de la justicia y la paz, el cristiano irrumpa en los escenarios del hambre, el crimen, la desnudez y la muerte que exhiben las esquinas de nuestras ciudades y pueblos.
En el evangelio de hoy, Jesús invita a sus interlocutores a que, antes de obrar el milagro, crean y esperen. La respuesta de aquel padre angustiado por su hijo evidencia la situación de muchos creyentes hoy: «tengo fe, pero dudo; ayúdame». Ante los considerables embates que se ciernen sobre los creyentes, éstos han de esperar pacientemente en una fe que se concreta en aquél que viene en nuestro auxilio.

2) CREO, PERO AYÚDAME:

 

Si la fe fuera una acción de las tantas que se pueden medir y cuantificar, la humanidad sería creyente; pero como es una realidad que se va construyendo y afianzando en la medida que el creyente vaya reconociendo la acción de Dios, muchos son los que dicen tener fe, pero en sus vidas dudan de que Dios permita lo que ante los ojos de la mayoría es ciertamente imposible.

ORACIÓN:

 

Jesús, en mi oscuridad enciende la llama de tu amor.