Meditación diaria Bíblica

Cuando obra el pueblo de Dios

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

"Si mi pueblo que me invoca se humilla, reza y busca mi rostro, y deja sus malas sendas, lo escucharé, perdonaré su pecado y curaré su país" 2 Crónicas 7,14

Dios dice a Salomón que conocía el pecado de su pueblo. Detestaba este pecado, esta maldad y estaba dispuesto a intervenir. Sólo esperaba que el malvado dejara su maldad. Dios quería que su pueblo se moviera. Debía humillarse, debía orar ante el rostro de Dios y dejar los malos caminos.

El mismo principio se aplica hoy. ¿Te sientes afectado por el pecado del mundo? Piensa que la inmoralidad está más presente que nunca. ¿No haría falta un cambio? Recuerda que esa ti a quien Dios mira. Quiere ver cuál será tu reacción.

Si deseas cambiar ahora, rezar es la primera cosa que debes hacer. Al rezar, humíllate ante Dios. Busca su rostro. Pídele que te muestre lo que no le agrade en tu vida: pensamientos, hábitos, acciones, emociones. Confiesa tus pecados, arrepiéntete, esfuérzate en cambiar tu modo de vivir.

Dios aguarda. Está listo para escuchar, perdonar los pecados de nuestro pueblo y a curar al país. Pero debemos orar con pasión. ¿Buscas su rostro con ardor y persistencia hasta que el cambio se realice? ¿Quieres orar por las situaciones y las personas con una implicación personal, una compasión y un interés renovados ? ¿Quieres implorar su misericordia y su curación? ¿Qué su poder se extienda sobre ti?

Desde hoy, comienza a orar. Y continúa. Reza hasta que Dios te despierte. Hasta que las cosas cambien. Hasta que seas curado.

Una oración para hoy

Padre, a ti grito para que me despiertes. Perdona mis pecados y los de tu pueblo. Ayúdame a que deje mis malas acciones. Cura a mi país. En el nombre de Jesús, amén.