Meditación diaria Bíblica

¿Te sientes estresado?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Que el Dios de la paz os santifique y todo vuestro ser, espíritu, alma y el cuerpo se conserve irreprensible a la llega de nuestro Señor Jesucristo 1Tesalonicenses 5,23

El estrés no es una cosa nueva y la vida de Pablo nos lo muestra. Su existencia fue muy inmensa y le fue preciso hacer frente a todas las presiones y preocupaciones de las iglesias. Fue necesario aprender a llevar bien su estrés

Según algunos estudios americanos, el estrés en el trabajo sería caro, puesto que su coste se evalúa, sólo en Estados Unidos, a 200 mil millones de dólares al año, en razón de sus cuidados médicos, absentismo del trabajo y la baja productividad. En Europa, el estrés sería igualmente de millones de horas de trabajo perdidas.


¿Te sientes estresado? Entonces no aguardes más. Toma la decisión de confiar en Dios y caminar con él. Todos los hombres son víctimas del estrés, nadie escapa Si eres un hijo de Dios y estás estresado, no te culpabilices por eso, pues sólo lo aumentarías. El Señor sabe que sus hijos hacen frente al estrés bajo diferentes formas. Si no fuera tal el caso, no nos invitaría a guardar su paz.

Habrás subrayado en este versículo que nuestro nivel de santificación está estrechamente ligada a la relación que desarrollamos con el “Dios de paz”. Sabes que buen número de las causas de nuestro estrés encuentran su origen en nuestros pecados, nuestras faltas, pasiones nuestra falta de control.

Para encontrar la paz y salir del estrés, pide ya perdón a Dios por tus pecados, confíale después tus emociones. Ponte en comunión con Dios y hallarás descanso. Avanzarás confiadamente y seguro.

Jesús dice: "Venid a mí, todos los que estáis fatigados y os daré descanso. Tomad mi yugo y recibid mis instrucciones, pues soy manso y humilde corazón ;

y encontraréis descanso para vuestra alma. Pues mi yugo es suave y mi carga ligera" (Mateo 11,28-29).


Una oración para hoy

Señor, te doy gracias por tu Palabra que me da paz y descanso. Es bueno acercarse a ti y llevar tu yugo tan suave y ligero. Ayúdame a no estresarme por nada sino aprender a confiar en ti. Que mi corazón se llene de tu paz en este instante. En el nombre de Jesús, amén.