Meditación diaria Bíblica

Síndrome de Theudas (Máscara)

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Hace largo tiempo que apareció Theusas, que se daba por algo."Hechos de los Apóstoles 5,36

No creas que este síndrome haya desaparecido de la superficie del globo o del corazón de la gente. ¡Qué va, por desgracia existe. Es una enfermedad curiosa. La he visto manifestarse en gente a la que amo. Y son personas que hablan bien de sí mismos, de sus puestos importantes y múltiples ocupaciones.

Esta necesidad de tener el aspecto más importante, ¿de qué te sirve? Conozco personas que tienen muchas menos responsabilidades que otros, pero que hablan largamente durante la jornada de lo que hacen, de sus dificultades de trabajo, de su agenda llena más que de razones etc. En el fondo, se dan aire de importancia pero no son nada en realidad.

Darse por algo, no es amar lo que se es, no amar su vida, no amar su trabajo y sus perspectivas profesionales, amistosas, familiares hasta incluso espirituales. Es preciso que termines con estas prácticas. Vales más que toda esta agitación inútil para tener el aire que, en realidad, es una simple máscara de ti mismo.


La gente que te ama tal y como eres, te dirán que conquistes tal o cual puesto debido a tus méritos y cualidades. Te aman por ti mismo, misma, no por los títulos de los que haces ostentación ante gente vacía. Desde su amor te impulsan a lo mejor que hay en ti, pero sin máscara, sino por lo que vales. Los que te no te aman en serio acudirán al método de Theudas y no te soportarán porque no te quieren.

Llegará el día en que seas lo de verdad vales. El tiempo lo dirá.

Deja la máscara en casa hoy y échala al fuego. El orgullo lleva a la ruina. La humildad, a la gloria

Una oración para hoy

Señor Dios mío, dejo mi máscara y no quiero volverla a llevar; no engaño a nadie, ni me doy más importancia que él o ella. Líbrame del síndrome de Theudas que mantiene mi vida en una lógica de falsa ilusión y mentira. No quiero llevar ninguna máscara. Quiero ser yo. En el nombre de Jesús, amén.