Meditación diaria Bíblica

No mire atrás

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"…yo, circuncidado el 8º día, de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreo,; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la Iglesia; irreprochable en cuanto al justicia y la ley" Filipenses 3,5-666

Para muchas personas, el pasado es sinónimo de fracasos, lamentos, remordimientos y hasta el sufrimiento. La simple evocación de este pasado hace sufrir en ellas un profundo malestar y una cierta confusión. Estos malos recuerdos que se habían hundido un poco los reemplazan de pronto frente a su pasado y reaviven las heridas que no se han curado o vendado bien. Pero conviene también precisas que no reaccionamos todos de la misma manera en relación al pasado.

Dos gemelos que crecen en el seno de la misma familia no tendrán forzosamente la misma mirada sobre su pasado, su infancia o su adolescencia. Se puede vivir bajo el mismo techo y sin embargo no vivir bajo el mismo cielo y no ver el mismo horizonte. Todo depende del temperamento, del carácter y de la sensibilidad espiritual y moral de una persona.

El apóstol Pablo habría podido mirar su pasado con nostalgia, pues antes de dar su vi a Cristo, su posición en el seno del judaísmo era una posición clara. Pero Pablo decidió renunciar al prestigio, al reconocimiento terreno, convencido de quçe la excelencia se encuentra en Jesús.

Es importante olvidar lo que queda atrás y fijar los ojos en Jesús. No que sea preciso hacer una total abstracción del pasado, sino que hay que mirar su pasado en frente y sacar las lecciones de los errores del pasado.

¿Quieres coger el trofeo, la recompensa, la meta de la persona de Cristo? Entonces debes olvidar lo que queda atrás y guardar tus ojos fijos en Cristo. Pablo supo hacer frente a su pasado de una vez por todas. Haz tú lo mismo y corre para obtener el premio.

Una oración para hoy

Señor, como el apóstol Pablo quiero correr y llevarme el premio. No quiero ya dejarme por lo que me ha pasado y que no me impida avanzar. Al contrario, elijo fijar mis miras en ti y marchar en la fe. En el nombre de Jesús, amén.