El Pan de tu Palabra
Mt 19,13-15

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Este relato sobre la acogida de los niños ilumina ulteriormente el relato precedente sobre la indisolubilidad del matrimonio.
Para entrar en el reino de los cielos hace falta devenir como los niños (Mt 18,3-4), pero los discípulos no lo han entendido porque les molestan los niños con la misma incomprensión con que los demás repudian a la propia mujer.
Solo Jesús puede dar amor y acoger, pero para acoger hace falta hacerse pequeños, y entrar en la lógica de la fe.
En la acción de Jesús se nota una dedicación directa e inmediata a los niños. Es un aspecto característico de su actividad. Sobre el fondo de la posición insignificante del niño este compromiso se ve como un oferta de gracia a los que no tienen nada y como una crítica a los prejuicios del mundo de los adultos.
El niño se toma seriamente como interlocutor de Dios. La esencia de ser niños está en esto: sólo el amor proporciona al niño el criterio de la medida de lo que le es cercano y de lo que le es extraño. "Aunque si se le mostrase una reina con su diadema, preferiría a su mamá aunque estuviera vestida de andrajos" (san Juan Crisóstomo). Los que han llegado a ser como niños prefieren a su Señor humillado y muerto en la cruz a toda lisonja del mundo.
Los niños se abren con espontaneidad a la bendición de Dios que Jesús les da. Con esto se les comunica ya ahora la felicidad.





.