El Pan de tu Palabra
Mt 18,21-19, 1

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

A Pedro le cuesta mucho el tema propuesto por Jesús de perdonar siete veces. Los rabinos discutían también este tema, partiendo de Amós (2,4), por Santiago (33,29) y por la oración sencilla de José (Jn 50,17). Pensaban que si se podía perdonar siete veces.
La respuesta de Jesús es clara. Recordando a Lamech (Gen 4,24), Jesús desvela las fuentes insospechadas de misericordia generadas por el reino de los cielos.
Delante de Dios todos somos deudores. La parábola de hoy nos enseña que el perdón de Dios es el motivo y la medida del perdón fraterno. Debemos personar sin medida porque Dios lo hace así por nosotros (Mt 5,43-48).
El fundamento de mi relación con el otro es la imitación de la relación que Dios tiene conmigo. Jesús ha dicho que nos amemos como él nos ha amado (Jn 13.34); y Pablo dice que seamos agradecidos por la gracia que el Padre nos ha dado en Cristo (Ef 4,32).
La justicia de Dios no es la que restablece la paridad, según la regla: quien la hace la paga. Es una justicia superior, propia de quien ama al mismo adversario.
10.000 era la cifra más grande en lengua griega..10.000 talentos es una cifra enorme. El talento corresponde a 36 kg de metal precioso. 10.000 talentos corresponden a 360 toneladas de oro o de plata. Un talento equivale a 6000 jornadas laborales; 10.000 talentos equivale a 60.000000 de sueldos diarios. Para pagar este débito el siervo debía trabajar cerca de 200.000 años. La cifra exagerada es en realidad una pálida idea de lo que Dios nos ha dado.
100 denarios corresponden al sueldo de cien jornadas laborales. Una cifra discreta.
Pensar en la deuda perdonada nos hace tolerantes hacia los demás y magnánimos. Perdonar es una cuestión de corazón: es recordar el amor que el Padre tiene por mí y por el hermano.


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