El Pan de tu Palabra
Jn 15, 1.8. Sin mí no podéis hacer nada

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mí Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí, Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con este recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Ga 2, 19-20; Sal 33, 2-11 • Juan 15, 1.8

COMENTARIO:


Si eres creyente, tu mayor felicidad reside en vivir con coherencia tu fe. No te olvides de que eres un sarmiento de Dios. Si quieres tener vida, no te cabe otra solución que mantenerte unido a su cepa.


No te separes. Si lo haces, te secas. No sirves para nada. Sólo vales para que te echen al fuego y ardas.


¿Qué trabajo te cuesta mantenerte vivo unido a la vid? Si estás limpio, permaneces siempre con Dios. Una cosa es cierta sin ‘el no puedes hacer nada. Dios te pide que des muchos frutos de buenas obras. Deben ir en perfecta sintonía con tu fe. Brígida supo compaginar su trabajo de reina y de su santidad.


Da gloria a Dios. No hay mayor honra para tu persona sea el trabajo o el lugar en el que te encuentres.