Dimitir por una prostituta

Autor: Eva María Catalán

 

 

El gobernador de Nueva York, ha dimitido al conocerse su implicación en una red de prostitución. Hombre coherente con su cargo, reconoce su error: "Nuestra mayor gloria consiste en saber levantarse cada vez que caemos", algo así como un arrepentimiento público que al parecer gusta tanto en EEUU y que mucho que ver tiene con las creencias. Qué lejos de la verdadera fe están los que nunca se arrepienten de sus actos. Cargan con ellos toda una vida y las consecuencias políticas o simplemente familiares están a la vista: matrimonios destrozados y un escándalo difícil de esconder. El adulterio o la prostitución siempre han sido piedra de tropiezo para los grandes del mundo, y parece que nadie escarmienta en cabeza ajena: las mujeres pueden ser la mejor ayuda o la mayor perdición del hombre.