Por amor, morir viviendo

Autor: Eulogio Díaz García  

 

“Véante mis ojos,
dulce Jesús bueno,
véante mis ojos,
muérame yo luego”

Santa Teresa de Jesús

A alguien que me entendiera, pediría,
el porqué de Teresa –llegar pudo-
de tanto amor a Dios, hacerse nudo
el corazón con su alma en armonía.

Sólo ver a su Amor, como quería,
y morir siendo cruz. Total desnudo
de sí misma por Él –amante mudo-
muriéndose de Amor día tras día.

Quererle ver. Sentir la ansiada ausencia,
haciendo de su vida la presencia
de su Amor invisible. Presintiendo,
que en amando el dolor puede vivir
compartiendo Su Amor –de Amor morir-
y sólo, por Amor, morir viviendo.
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