12. El sufrimiento y el mal

Autor: Padre Ernesto Fernández-Travieso, S.J.

Libro: En la búsqueda de la felicidad. 

 

 

Negativos en lo positivo de la vida. 

Como hemos visto, en el desarrollo del pueblo de Israel a través de su historia registrada en la Biblia, hay una profunda toma de conciencia. Esta evoluciona y crece siempre con una visión positiva de la vida, realista y no escapista. El pueblo de Israel va madurando y desarrollando una actitud de vida que lo lleva hasta aplicar esa visión positiva no sólo a ellos, sino a toda la humanidad. Sus respuestas halladas pretenden ser respuestas universales a las preguntas que los seres humanos han confrontado en toda la historia y en todas las civilizaciones.

Sin embargo, persiste siempre el problema del sufrimiento, que parece objetar contra toda idea de un propósito positivo de la vida. No podemos honestamente ni ignorar, ni reprimir o esquivar estos negativos que nos trae el misterio de la vida. Debemos afrontarlos e integrarlos valientemente para poder seguir buscando una felicidad que ya parece ser un deseo universal y casi un derecho de todos los seres humanos.

Hasta ahora parece ser que el pueblo de Israel encontró a través de su historia una serie de repuestas insólitas que realmente nos intrigan. Veamos ahora si las respuestas de Israel sobre el sufrimiento nos satisfacen para seguir buscando la felicidad por ese camino.

A través de la Biblia podemos seguir una evolución de cómo Israel se plantea el problema del mal y del sufrimiento. Como hemos visto, en el más alto desarrollo de su madurez y sabiduría Israel nos trae respuestas trascendentales para todas las naciones y todos los tiempos. Es en este momento en que los libros Sapienciales tratan del problema del sufrimiento. ¿Por qué existen el mal y el sufrimiento en una Creación, que como ellos mantienen, se supone que nos lleve a la vida y a la felicidad?

Todas las civilizaciones han tenido que confrontar ese escollo en su camino. Ahora más Israel, que nos ha presentado una visión positiva de la vida y del propósito de la vida de los seres humanos. El Dios Viviente, ellos reclaman, les ha dado una respuesta a la vida que va más allá de la muerte. En este período de madurez, aunque cautivos en Babilonia, los Sabios de Israel se van a remontar a la prehistoria para explicarnos la Creación, la Caída del ser humano, las tragedias del mundo, y el problema del sufrimiento. Todo esto será interpretado a la luz de su fe sólida, y su realista esperanza, en una visión positiva de la vida desconocida e inimaginable para el resto del mundo en aquellos tiempos.

Dos estilos literarios van a ser usados para expresar la síntesis hecha por los Profetas, los Sacerdotes, y los Sabios: el lenguaje mítico del Génesis en los capítulos del uno al once, y el lenguaje sapiencial del libro de Job. Los dos se unen en un solo lenguaje de universalización.

Israel parece estar listo para confrontar el problema del mal y del sufrimiento. A través de tres figuras simbólicas, que al parecer ninguna es histórica y que cada una representa al ser humano universal, Israel trata de explicar el problema a la vez que profundiza su entendimiento de la vida. Progresivamente, Adán, Noé, y Job propondrán tres maneras diferentes de entender el problema del mal y del sufrimiento. Adán y Noé tratarán sobre el problema del mal en el ser humano. El libro de Job confrontará la trágica realidad del sufrimiento en el inocente.