¿Existe una tercera posición entre las izquierdas y las derechas en nuestro países de latinoamérica para que haya paz?

Autor: Padre Ernesto Fernández-Travieso, S.J.

Libro: Para no ser un rinoceronte más  

 

 

Ninguna de esas posturas parece dar solución a tantos problemas que nos han afligido por tantos años. Para agravar la situación, la globalización y la llamada ‘modernización’ han dado origen a nuevos problemas socio–económicos, políticos, culturales y religiosos. El resultado lo vemos palpablemente en las ciudades hinchadas de emigrantes huidos de las zonas rurales. La delincuencia y el crimen han aumentado de forma alarmante. Hay jóvenes que matan para robar un teléfono celular, o una bicicleta. La droga degenera tanto a ricos como a pobres. Los ricos e influyentes rehuyen de sus responsabilidades. Los pobres caen en la trampa del consumismo.

¿Habrá una respuesta en una tercera posición?... La corrupción en nuestros gobiernos y la demagogia que sigue prome­tiendo «el paraíso» a los pobres, frustran a aquellos que realmente quieren cambios positivos en sus países.

Hoy se duda de una sostenimiento democrático en nuestros países latinoamericanos. Tratan de convencernos de que las dictaduras de izquierda o derecha son necesarias. Se duda también de una sostenibilidad ecológica de nuestras tierras. ¡Se destruye la naturaleza a mansalva!. Sin embargo, no se vislumbra la erradicación de la pobreza, tal parece que se inventan nuevas formas de exclusión y de esclavitud práctica.

En cuanto a la fe de nuestros pueblos, se ha dividido a las masas populares en dos bandos: el fundamentalismo evangélico y el sincretismo religioso de supersticiones y creencias fundadas en el miedo. Ambas formas ignoran los problemas sociales y las injusticias, ninguna educa a la gente. Frente a esta compleja realidad, volvemos a preguntarnos: ¿Existe una tercera posición?...

En las ponencias presentadas recientemente en México para preparar la V Asamblea General del CELAM -Consejo Episco­pal Latinoamericano- se expusieron descarnadamente todas estas realidades. En mayo, en La Aparecida, Brasil, se celebra­rá esta reunión a la que asistirá el Papa Benedicto XVI. Estamos seguros de que allí se presentará una tercera posición.

Sin embargo, esa tercera posición no será política. Estos problemas no se resuelven sino con algo más fundamental. ¡Ya estamos cansa­dos de dar tumbos entre izquierdas y derechas!... Se trata de volver a humanizar a los individuos que componen las sociedades; se habla de devolver el respeto a la dignidad de la persona humana; se busca reconstruir nuestras sociedades sobre los principios que enseñó Cristo y que, aunque muchos no quieran ahora reconocerlo, son los principios sobre los que se fundó la civilización occidental.

Fue solamente Cristo quien nos habló de amor, paz y perdón, conceptos que en sus tiempos no existían. Desgraciada­mente hoy día tal parece que volvemos para atrás, a aquellos tiempos donde el poder, la esclavitud, la falta de respeto a la vida humana, a la mujer, a la familia, eran orden del día. Por eso nos viene el cristianismo como única solución para cambiar y revalorizar al individuo humano, volver a descubrir los valores familiares, fundar sociedades basadas en la comprensión y el amor.

Pero esto va más allá. Sólo el cristianismo tiene palabras de vida eterna y de salvación para todas las razas y las culturas. Sigamos atentos a lo que la Iglesia nos anuncia como tercera posición.